Mi primer encargo 

Solo te das cuenta de lo poco preparado que estás para el mercado laboral cuando llegas a tu primer trabajo. Porque a pesar de los esfuerzos que están haciendo en las universidades, en diversas titulaciones todavía hay un salto muy grande entre los estudios y su aplicación laboral. Tal vez esa diferencia no se aprecie tanto en carreras más técnicas, pero sí en las más teóricas como pueda ser historia del arte. 

Con una muy buena nota me presenté en mi primer trabajo que era un contrato de prácticas en una consejería de cultura. Pero allí poco importaba los conocimientos que tuvieras, buena parte de las labores que tenías que hacer eran de mediación cultural, organización de eventos, contacto con los medios, con investigadores, preparación de exposiciones o edición de libros. Prácticamente nada de eso se trató en la carrera. Pero para eso estábamos allí, para aprender.

Y el primer encargo que recibí fue coordinar el diseño de estuche de packaging para la edición de una serie de libros sobre arqueología que editaría la consejería de cultura. ¿Y qué sabía yo sobre el packaging? Pues nada, pero había que ponerse las pilas. 

Tomé todas las anotaciones que tenía mi predecesor que no había terminado el trabajo y hablé con las firmas implicadas desde el estudio de diseño que debía diseñar el estuche hasta el distribuidor de elástico para asas – CELASTIC que fabricaría el cordón para sujetar el embalaje. Detalles todos ellos aparentemente poco importantes desde mi óptica de recién licenciado, pero claves para que el proyecto fuera un éxito. 

Por supuesto, los libros eran lo importante, pero imaginemos que hubiese un fallo en los cordones del estuche y se soltaran a las primeras de cambio. Las culpas para el becario de los estuches, que era yo. Así que me aseguré de contactar con el mejor distribuidor de elástico para asas – CELASTIC mientras confiaba en un estudio diseñado habitualmente en la consejería. Todo salió bien con este mi primer trabajo, lo que me sirvió para entender que mi labor a partir de ese momento iba a ser muy diferente que sacar buenas notas en los exámenes de la universidad.

Cómo coser una bolsa para el pan

Las bolsas de tela para el pan eran muy corrientes en casa de nuestras abuelas, pero dejaron de serlo cuando nos acostumbramos a meter el pan en las bolsas plásticas de la compra. Ahora que por fin somos conscientes que no es esta la mejor manera de hacer la compra, las bolsas del pan han vuelto a reivindicarse no solo para el transporte desde la tienda a casa, sino como una forma muy eficaz de guardar este producto y mantenerlo a salvo de la humedad o del polvo.

Coser tu propia bolsa para el pan es mucho más fácil de lo que parece. El primer paso es escoger una tela de algodón que sea bonita y que tenga un diseño que te guste para tener colgada en la cocina. Además de la tela tendrás que comprar el hilo, un cordón de algodón y cinta elástica plana.

Elegida la tela llega el momento de crear la bolsa. Piensa que puedes hacer una bolsa para barras de pan, una para piezas o una que sirva para ambas cosas. Si quieres hacer una bolsa exclusivamente para barras, tendrás que doblar la tela en dos y cortar un rectángulo fino y largo que tenga una medida perfecta para contener la barra y que sobre espacio. Si quieres que sirva para piezas, el corte deberá de ser cuadrado y si quieres que sirva para ambas, volveremos a la forma rectangular, pero de mucho mayor tamaño.

Una vez cortada la tela, se vuelve del revés y se hilvana por la parte inferior y por el lado por el que no está doblada. A continuación, se cose con la máquina de coser o a mano según se desee. Podemos coser todo alrededor de la bolsa algún elemento embellecedor para darle un poco de gracia o un vivo en un color al contraste, pero ya será algo opcional.

La bolsa quedará abierta por el extremo superior y nos tocará coserla con un dobladillo que deje una pequeña abertura a cada lado. Por una de ellas, meteremos la goma una vez que esté cosido para que frunza ligeramente la entrada, evitando que el pan se caiga una vez introducido en el interior. Utilizaremos las aperturas para introducir el cordón y crear dos asas para llevar la bolsa, que servirán también para colgarla. Y ya tendremos lista nuestra bolsa para el pan.

Buscando zapatillas de running

Empecé a correr en 2004, unos cuantos años de que a eso de correr se le empezase a llamar ‘running’. Recuerdo que mi hermano fue el primero que me animó. Él iba a correr con su novia. De hecho, un día fui con ellos, pero a los 10 minutos yo ya me había quedado sin aire. Aquel día aprendí una primera lección: mejor correr solo y regular cada uno a su gusto.

Fue unos años más tarde cuando, ya con una mejor forma física, empecé a correr en un parque que está al lado de casa de mis padres. Es un parque enorme, que cubre una colina, por lo que es ideal para correr según mis gustos: me divierte que haya subidas y bajadas, no que sea todo llano.

Mis primeras zapatillas fueron unos Diadora. Es una marca italiana no demasiado popular. Eran grises, con unos cordones elásticos rojos y una suela a juego. No tenían una gran amortiguación pero, a cambio, eran súper ligeros. A mí me encantan las zapatillas ligeras, prefiero que no sean tan buenas en otros aspectos, pero que no me hagan sentir que voy tirando de un peso.

Por aquellos tiempos, el mercado del running no estaba tan híper desarrollado como ahora. En esta época, si vas a una tienda de zapatillas, la mitad serán para correr. Antes eran diferente, pero había una marca que ya era la más importante: Asics. Tener unas Asics era sinónimo de ir en serio con aquello de correr, de ser un ‘pro’.

Tengo que decir que nunca he tenido unas Asics. La verdad es que es una marca que admiro y de la que me fío, pero sus precios me parecen prohibitivos. Y aunque si me pongo, puedo pagar unas zapatillas Asics no considero que mi afición por correr se merezca un desembolso tan cuantioso. Tal vez si hiciese una maratón o algo así, pero de momento, no.

Pero aquellos Diadora de  cordones elásticos finalmente petaron. Y hubo que cambiar. Aunque miré Asics, terminé por apostar por Adidas, comprando unas zapatillas de calidad media. Y aun las uso de vez en cuando.

¿Por qué comprar baberos de algodón?

Desde el primer momento en el que nos enteramos de que vamos a ser padres, todo a nuestro alrededor cambia. Debemos dejar a un lado aquello de pensar solo en nosotros mismos para pensar en todo momento en la vida de ese pequeño que está creciendo en nuestro interior. Es por ello que desde que nos enteramos de la buena nueva, debemos comenzar a comprar todo lo necesario para garantizar el bienestar de nuestro pequeño en sus primeras semanas y meses de vida. Y una de esas cosas que debemos comprar son los baberos. Para ello es necesario que tengamos en cuenta que este tipo de artículos de primera necesidad para el bebé deben ser de la mejor calidad y con las mejores prestaciones, algo en lo que la industria algodonera ha pensado para que no tengamos que preocuparnos de nada más.

Seguro que una de las primeras compras que hacemos es la de los biberones, la de los chupetes y por supuesto la de los babaeros. En este último punto cabe destacar que podemos encontrarlos de diferentes tipos de materiales como pueden ser el plástico, la tela, y por supuesto el algodón.

Comprar baberos de algodón realizados por la industria algodonera es una de las opciones más acertadas gracias a los grandes beneficios y ventajas que tiene este tipo de tejidos frente a otros. Una de esas ventajas es que, al tratarse de una prenda o accesorio hecho de algodón, podremos estar seguro de que está libre de toda sustancia química que puede ser perjudicial para la piel y para la salud de nuestro pequeño.

De esta forma, vemos que los baberos hechos de algodón orgánico son muy suaves y cómodos para el bebé, ofreciendo la máxima transpiración para garantizar el cuidado de su piel. Además, gracias a esta suavidad y textura del algodón orgánico no se producirá ningún tipo de picor o de roce en la piel de nuestro hijo.

Así, si queremos encontrar estos baberos de algodón realizados por la industria algodonera, no hay nada mejor como hacerlo a través, una tienda online especialista en todo tipo de ropa y accesorios para bebés donde podremos encontrar toda la ropa que buscamos.