¿Una burbuja del alquiler?

El alquiler ha subido de media más de un 15% en el último año. En el primer trimestre de 2017, se ha producido la mayor subida de los precios de los alquileres de los últimos 10 años. Y muchos ya empiezan a hablar de burbuja. Un piso que hace un año costaba 750 euros en un barrio céntrico de una gran ciudad, ha subido a unos 900 en 12 meses. Una gran oportunidad para inmobiliarias y arrendadores… y una locura para los inquilinos.

En ciudades como Barcelona, la vivienda turística está empezando a ser la diana de muchas asociaciones de vecinos. Muchos propietarios han decidido sacar sus pisos fuera del mercado del alquiler tradicional y han llevado a sus pisos al sector de la vivienda turística. A menudo, ejecutan una  reforma piso para modernizarlo y adaptarlo a los gustos europeos y lo ponen en el mercado… a un precio muy superior al que tenía antes.

La vivienda turística es cada vez más habitual porque supone, generalmente, más ingresos para los dueños, aunque también más trabajo. Esta subida de precios repercute en el mercado del alquiler tradicional elevando todavía más los precios. El resultado es esta burbuja del alquiler del que ya están empezando a hablar los medios de comunicación.

Según los responsables de los principales portales inmobiliarios, la subida de precios es inevitable puesto que hay más demanda que oferta, sobre todo en el centro de las grandes ciudades y en las zonas más turísticas.

Si has estado buscando pisos de alquiler en los últimos tiempos ya lo habrás notado. Casi cada día se bate un nuevo récord. Si hace 6 meses los pisos de 3 habitaciones, por ejemplo, no pasaban de 1200 euros en determinado barrio de una ciudad, ahora alcanzan los 1600 y subiendo.

Los contratos de alquiler de poca duración benefician a los arrendadores que, generalmente tras una  reforma piso, aunque sea leve, suben el precio en un 15 o 20%.

Con este panorama, no sorprende que en Barcelona se haya creado un sindicato de inquilinos y que en Madrid se prepare otro. Su objetivo será velar por los intereses de este colectivo del que forman parte cada vez más familias en España.