Camino de Santiago, una aventura que hay que vivir

El Camino de Santiago es toda una experiencia, ya sea de tipo cultural, deportivo o religioso. Gente de toda Europa llega a España recorriéndolo hasta llegar a abrazar al apóstol, tal como marca la tradición. Pero ¿y los gallegos? Ellos ya tienen la catedral al lado y quién más y quién menos la ha visitado en varias ocasiones. Pero para los gallegos, hacer el Camino también es una experiencia porque no se trata solo de llegar a la meta, se trata también de todo lo que vives cuando lo haces; los lugares que recorres; la gente que conoces y, en definitiva, todo lo que te enriquece.

Muchos gallegos no dudan en coger su coche, dejarlo en el parking aeropuerto de Santiago de Compostela y tomar un avión que los deje en Pamplona para, desde allí, dirigirse a Roncesvalles o a Irún y comenzar la experiencia desde su mismo inicio en España. Quienes eligen la ruta de Roncesvalles, recorrerán lugares tan importantes como Logroño, Burgos o León antes de entrar en Galicia y dirigirse hasta la capital pasando antes por Triacastela, Portomarín o Melide. Los que escogen Irún recorrerán toda la costa del Cantábrico, pasando por Bilbao, Santander o Gijón. Aquí podrán optar por bajar a Oviedo y entrar en Galicia por la anterior ruta o continuar por el norte por Luarca o Ribadeo hasta unirse con el camino anterior en Arzúa.

Una vez llegados a Santiago, solo quedará vivir el final de la experiencia, recoger la Compostela y acercarse en transporte público hasta el aeropuerto para recoger el coche con el que se volverá, ahora sí sobre ruedas, a casa. 

Esta no es la única alternativa para los gallegos, ya que para tener la Compostela hay que hacer un recorrido de cien kilómetros, los cuales se pueden hacer desde diversos puntos de Galicia. Uno de los caminos más populares es el llamado Camino Inglés, que parte desde Ferrol y pasa por Pontedeume o Betanzos. Una variedad de este Camino parte desde Coruña para unirse posteriormente, antes de llegar a la capital gallega.

El Camino de Santiago es para todo el mundo, también para los gallegos. Y no olvidemos que es posible hacerlo en etapas sueltas, no es obligatorio hacerlo todo de una vez, por lo que no es excusa el no estar en forma física para completar toda la ruta seguida.