¿Eres de vino tinto o de vino blanco?

Sobre el vino hay muchas leyendas y mitos. Uno de los que ya están prácticamente superados es definir el vino tinto como un vino más fuerte, con más carácter y más… masculino. Mientras que el vino blanco es suave, sin personalidad definida y propio de las mujeres. Ni hay vinos para hombres o para mujeres ni todos los tintos tienen carácter ni todos los blancos son suaves. Hay vinos diferentes y a una misma persona pueden gustarle los blancos o los tintos en función del momento, de lo que vayan a comer o del vino del que se trate.

Otro mito sobre el vino es que el blanco es para acompañar pescados mientras que los tintos maridan mejor con la carne. Hoy, pocos cocineros siguen defendiendo esto, los referentes más modernos y actuales de la cocina defienden que sus platos pueden ser consumidos tanto con vino tinto como con blanco, según el gusto de cada persona. Y que eso no va a afectar a la sensación que pueda producir la comida ni mejorar o empeorar sus preparaciones. Aun así, los expertos en vino continúan dando algunas pautas para acertar con el tipo de vino.

Con todas y con ellas, hay quién disfruta de un tinto espadeiro para acompañar un buen plato de carne y quién prefiere un blanco dulce y espumoso, en un principio más propio de los postres. Es tan fácil como que  hay quién prefiere no beber vino en absoluto y acompaña su comida con agua o con un refresco. Lo que importa es que la persona disfrute con lo que está comiendo a su modo, sin imposiciones y sin encorsetarse. Porque no todo el mundo tiene los mismos gustos y que aburrido sería de ser así.

Así que la próxima vez que vayas a comer fuera, no te cortes a la hora de pedir tu vino favorito con el plato que sea que vas a consumir. Y no te preocupes por lo que piensen los demás, porque si te juzgan por tu elección solo estarán demostrando que se han quedado anclados en un pasado en el que había que elegir en función de estrictos protocolos y no de lo que te apetezca en cada momento y quieras saborear. No es tu problema, es un problema de ellos. No se trata de si eres de tinto o de blanco, sino de qué vino quieres hoy.

¿Cómo se obtienen los mejores vinos?

¿Te has preguntado alguna vez cómo se obtienen los mejores vinos? Seguro que en alguna ocasión has visto en la televisión o en una película cómo se obtenía antes el jugo de las uvas pisándolas con los pies en grandes tinas. O bodegas en las que polvorientas botellas se amontonan sin orden concreto. Pero hoy, poco tienen que ver las cosas con todo eso.

Para empezar, las grandes presas han sustituido a los pies a la hora de hacer el trabajo y todo es mucho más higiénico y también más efectivo. Pero una de las claves para un buen vino sigue siendo la materia prima de calidad, una uva con un sabor y unas características que se transmitan en su jugo y que le den al vino los matices que lo harán único.

La mayoría de los vinos se realizan con mezcla de varias uvas. El que se elabora con una única variedad de uva se denomina varietal. Pero no es mejor ni uno ni otro, solo son diferentes y su calidad vendrá dada por el resto de las características. La madurez de las uvas, la cantidad de azúcar que tengan, la cual también dependerá de la cantidad de sol que hayan recibido y las proporciones escogidas de cada variedad son algunas de las cosas que determinarán su sabor. Pero incluso el tipo de madera de la barrica y, por supuesto, el tiempo que pase en ella, tendrá su importancia.

Podríamos explicar paso a paso el proceso para convertir las uvas en el vino que todos bebemos en las mejores ocasiones, pero lo mejor para entenderlo es echar un vistazo a las bodegas de albariño para visitar que están disponibles. Así, se podrá ver en vivo y en directo como es una gran bodega por dentro y los que realizan los caldos cada año podrán explicar cuáles son los métodos para conseguirlo.

Si visitar las bodegas de albariño te queda lejos y estás impaciente, hay otras visitas a bodegas que puedes realizar ya que en todas partes de España en las que se producen vinos con denominación de origen, suelen contar con este tipo de visitas. Pero te recomendamos que no pierdas la oportunidad de visitar el sur de Galicia y de descubrir cuánto puede ofrecerte. Porque no solo vas a conocer los secretos de uno de los mejores vinos de España, también podrás conocer una de las zonas más bonitas y con más contrastes.

¿Cuáles son las bodegas más destacadas de las Rías Baixas?

Quinta Couselo, Pazo Baión, Mar de Frades y un largo etcétera de marcas vinícolas se han convertido en grandes exponentes de la vitivinicultura de las Rías Baixas, una de las cinco Denominaciones de Origen Protegidas de Galicia. Cuenta con diversas subzonas dedicadas al cultivo de la vid —Val do Sanés, Condado do Tea, O Rosal, Soutomaior, Ribera do Ullae Monterrei, Ladera de Monterrei.

 

Una de las más notables es Pazo Baión, donde se elaboran desde 2008 algunos de los mejores vinos bodega conde de albarei. No obstante, la antigüedad de esta bodega se remonta cinco siglos en el tiempo, hasta el s. XV. Se emplaza en Vilanova de Arousa, y cuenta con diversos terrenos consagrados a las cepas de albariño, siendo también un popular destino de enoturismo.

 

Situada en el valle de O Rosal, Quinta Couselo goza de una antigüedad notable (siglo y medio) y una larga tradición vinícola que se inicia en 1844, cuando familia Vicente la adquiere a una comunidad de monjes y empieza a preparar vino con la D.O. de las Rías Baixas. La riqueza en nutrientes de la tierra y la presencia de un microclima atlántico dotan a los caldos aquí producidos de una calidad singular.

 

La de Mar de Frades es otra de esas bodegas con historia. Concretamente, tres décadas consagradas a la elaboración de vino albariño. Dispone de 7 hectáreas de cultivos en Finca Valiñas, situada en monte Valiñas. Gracias a la alta excelencia de sus albariños, Mar de Frades recibió el galardón al Mejor Albariño en los premios Decanter World Wine Awards.

 

Por su parte, La Val es otra bodega productora de excelentes vinos con D.O. de las Rías Baixas. Se ubica en el Condado do Tea, en Salvaterra, a donde se trasladó desde O Rosal casi dos décadas después de su fundación en 1985. Además de las cepas de albariño, también cultivan vides de treixadura y de lourero.