Aprovechar el tiempo 

Mi amigo Leo lleva sin subirse a un escenario más de seis meses. Con la llegada de la pandemia el circuito de obras teatrales se alteró totalmente y se suspendieron innumerables proyectos. Leo tenía ya apalabrados un par de proyectos, pero todo se vino abajo. Y para un actor como él que vive de pequeños papeles y colaboraciones ha sido devastador. ¿Y qué hacer ahora con el tiempo?, se pregunta.

Lo conocí en un centro cultural en el que trabajaba a tiempo parcial como chico de los recados. Trabajaba ahí mientras no tenía obras para ocupar el tiempo… y para pagar el alquiler, claro. Allí daba yo un curso y empezamos a hacer amistad. Luego él me invitaba a alguna de las funciones en las que trabajaba. 2020 había empezado de forma muy prometedora para él, pero todo se vino abajo.

Voy a estudiar una Diplomatura en Actuación Audiovisual, me comentó la última vez que lo vi. Me dijo que con tanto tiempo sin trabajar y con las malas perspectivas de futuro no puede quedarse parado esperando. Y siempre había pensado en seguir formándose, pero nunca tenía tiempo para ello. Es lo típico que siempre dejas ahí para más adelante, pero ese ‘más adelante’ nunca llega. Pero ahora a Leo, como a muchos de nosotros, el tiempo es lo que nos sobra.

Obviamente, estudiar no suele ser gratis, pero es una inversión como cualquier otra. Solo hay que saber bien donde depositas tu inversión, como cuando inviertes en bolsa, mejor asegúrate de que la empresa por la que apuestas tiene buenas perspectivas de futuro y tiene solvencia. Leo me habló del sitio en el que tenía pensado hacer la Diplomatura en Actuación Audiovisual y no cabe duda de que es un lugar de prestigio.

Ahora bien, ¿le sacará partido? Cuando la pandemia acabe y se vaya recuperando la vida anterior, las cosas no serán igual que antes y habrá todavía más competencia: Leo piensa que con esta diplomatura se la abrirán algunas puertas que para otros estarán ya cerradas. Y seguro que tienen razón.

TODO PUEDE SALIR MAL

Cuando alguien se desplaza a una ciudad como Madrid para estudiar un máster o cualquier otra clase de curso no piensa en que algo pueda salir mal. Y eso precisamente fue lo que le pasó a un conocido mío, que se fue a estudiar un Master en Montaje cinematografico en Madrid y al principio todo le iba bien pero poco a poco se le fueron complicando las cosas y tuvo que dejar el máster para ponerse a trabajar porque ya no le quedaba más dinero para sobrevivir.

 

Para poder sobrevivir no le quedó más remedio que ponerse a trabajar en una conocida empresa de alimentación, pero pronto se dió cuenta de que esa tampoco era la solución ya que no ganaba lo suficiente para poder vivir en una ciudad tan cara como Madrid y con el paso del tiempo se dió cuenta de que las únicas opciones que le quedaban eran o buscar un trabajo en el que pudiese ganar más dinero para poder quedarse en Madrid o bien podía volverse a casa de sus padres donde no pasaría las penurias que estuvo pasando durante meses. Al final tuvo que volver a casa de sus padres, que le pareció la mejor elección ya que encontrar un trabajo mejor pagado en Madrid era casi un a misión imposible para el currículum que tenía en ese momento de su vida. Este conocido mío aprendió por las malas que los sueños muchas veces comienzan muy bien pero que también se pueden torcer muy rápido.

 

Y estoy completamente seguro de que a mucha gente le han pasado cosas por el estilo, que han ido a un sitio buscando sus sueños y no les ha quedado más remedio que volver a casa con el rabo entre las piernas y eso sí tenían a donde volver porque no todo el mundo tiene un sitio al que volver.

 

Personalmente creo que yo nunca tendría la fortaleza de irme a otra ciudad a intentar conseguir un sueño pero también he de decir que no soy tan valiente como esas personas que lo intentan sin cesar mientras puedan.

LA FUSIÓN DEL TERRENO ARTÍSTICO Y EMPRESARIAL EN LA FIGURA DEL PRODUCTOR AUDIOVISUAL

El mercado español de producción de ficción es una industria en crecimiento, con Madrid como principal centro de produccion audiovisual al acoger las sedes de plataformas de gran prestigio como Netflix o Movistar+. El sector audiovisual en España se encuentra inmerso en un proceso de transformación y evolución sin precedentes, alcanzando una posición cada vez más relevante en la industria. La creciente accesibilidad a la producción ha permitido a su vez la emergencia de nuevos cineastas e innovadoras formas narrativas, así como de inéditos circuitos de exhibición, desde museos, cinetecas y filmotecas hasta pequeñas salas independientes, rescatando modelos tradicionales como el cineclub. 

Más allá del desarrollo tecnológico y de los nuevos modelos de financiación, la producción audiovisual continúa sosteniéndose sobre la calidad de un equipo técnico y artístico y sobre la figura esencial del productor como verdadero eje vertebrador de la obra cinematográfica. El Centro Universitario de Artes TAI, con una gran tradición en la formación de artistas y creadores, oferta un Master en Producción Audiovisual que aborda todas las fases del campo, desde la producción ejecutiva hasta la postproducción y la comunicación transmedia, con el claro objetivo de preparar profesionales capaces de adaptarse al vasto mundo audiovisual: largometrajes, TV movies, publicidad, series de ficción y documentales en plataformas VOD, new media, videojuegos y comunicación corporativa, entre otros ámbitos.

El cine es arte y es industria, simultáneamente, dada su singular característica: aunar el terreno artístico y empresarial, hecho que se refleja de forma clara en el proceso de producción de una obra cinematográfica. El productor ejecutivo es el encargado de supervisar todo el proceso, incluyendo el análisis de las vías de financiación o la selección del equipo técnico y artístico. El director de producción, por su parte, se responsabiliza de supervisar el proceso creativo de los diferentes equipos y de ejercer el control económico del presupuesto. Una nueva figura irrumpe con fuerza en el terreno, el director de posproducción, responsable del producto audiovisual en una etapa en que el desarrollo tecnológico ha supuesto una verdadera revolución, tanto por su mayor complejidad técnica como por su capacidad para reducir drásticamente los tiempos de trabajo, logrando consecuentemente un abaratamiento de costes. 

Muy destacable es también el creciente papel de la promoción cinematográfica y la organización de las campañas publicitarias, que deben iniciarse y evolucionar en paralelo a los primeros pasos de la producción, buscando la singularidad de una obra audiovisual y la conexión con el público. Los interesados podrán profundizar en todas estas cuestiones en el Master de Producción Audiovisual de TAI de la mano de profesionales con una amplia trayectoria en el sector, dispuestos a formar a una nueva generación de productores que continúen transformando la industria audiovisual.