Sin tiempo para ir de tiendas

No tengo tiempo para nada. No sé si me gestiono mal, si soy demasiado exigente conmigo mismo y trato de abarcar más de lo que debería, pero no tengo tiempo. Y lo curioso de todo es que me paso el día organizándolo todo. Tal vez lo que debería hacer sería intentar no organizar tanto y a lo mejor no perdería tanto el tiempo. Sea como sea, actualmente solo pienso en ahorrar tiempo. 

Y una de las fórmulas que me permiten ahorrar tiempo es comprar por internet. Me he aficionado a hacer la mayoría de compras por internet por necesidad, pero también por servicio. Esto no es ya como hace diez o quince años cuando comprar algo por internet era un tiro al aire: nunca sabías lo que iba a pasar. Y si querías devolver algo, había casi que rezar. Ahora es todo mucho más sencillo y profesional.

Estos días, por ejemplo, he estado mirando estores. Queremos cambiar un par de estores del salón porque no están bien desde hace tiempo. Nos vino un chico a intentar arreglarlos por mediación de un conocido, pero no hubo manera: quedaron peor de lo que estaban. Así que hay que tirarlos y comprar otros, incluso cambiar el mecanismo que también está mal. Pero en vez de ir a la tienda, voy a comprar estores online.

Por supuesto, comprar la mayoría de cosas por internet también tiene sus riesgos, pero hoy en día creo que el mayor avance ha sido en la devolución de los productos. Todos los negocios saben que un buen sistema de devolución de los productos es clave para la reputación de la tienda. 

El principal problema de comprar por internet, aunque sea comprar estores online, es que no puedes ver ni tocar físicamente el producto con lo cual siempre habrá la posibilidad de que cuando lo tengas en las manos no esté a la altura de lo que veías en internet. Y para los fanáticos de ahorrar tiempo como yo, el sistema devolución tiene que ser rápido y eficaz, sin que suponga más engorro de la cuenta para el cliente.