¿Sigue siendo Cíes ese paraíso del que hablan?

Las Islas Cíes han sido consideradas durante muchos años un paraíso natural por el que parece que no pasara el tiempo. Muchas personas que habían acudido a las Cíes en la década de los setenta y regresaron en los ochenta o en los noventa, dicen que prácticamente nada ha cambiado, salvo que ahora hay normas para entrar y no se permite la acampada libre. Esto ha hecho que las islas estén más cuidadas, más limpias y controladas, por lo que los escasos cambios que se pueden ver, han sido para mejor. 

Si coges el barco baiona cies para disfrutar un día en las islas, te encontrarás con un paisaje prácticamente virgen. Aunque son muchas las personas que visitas las Cíes cada año, especialmente en verano, no te vas a encontrar con el típico paisaje de zona turística en el que bares y hoteles son los protagonistas. Por el contrario, en Cíes no hay hoteles. Tan solo un camping para quienes quieren pasar la noche durante el verano. El resto del año ni tan siquiera funcionan las instalaciones.

Todo esto puede ser un poco incómodo para quienes quieren ir y se han acordado a última hora, porque al tener un número de visitantes tope al día, tal vez ya no sea posible cumplir con el objetivo. Pero a cambio ha permitido que el espacio del parque de las Islas Atlánticas conserve toda su magia y que siga igual de bonito que siempre. Incluso mejor, precisamente por los límites que se han puesto al turismo.

De no haberse tomado medidas, seguramente hoy las Cíes serían algo muy diferente. Ya en los ochenta comenzaron a verse los problemas porque la gente iba a acampar por libre y lo hacían sin tener en cuenta los espacios de las aves que allí anidan. Y en muchos casos dejaban la basura tirada sin ningún tipo de cuidado, haciendo que todo comenzara a verse descuidado. El riesgo de que las Cíes perdieran su magia era grande. Pero, por suerte, se actuó a tiempo y podemos afirmar que hoy continúan siendo ese lugar paradisíaco al que acudir para estar inmersos en la naturaleza.

Durante el verano y aun con límite de visitas, las Cíes cuentan con muchos visitantes y como la mayoría se concentran en la playa puede parecer algo abarrotada. Pero si se acude en primavera o en otoño, cuando el tiempo todavía es suave y permite pasear por las diferentes rutas de senderismo, la impresión será diferente.