COMER FUERA DE CASA

Casi nunca suelo comer fuera de casa pero las pocas veces que lo hago suelo hacerlo en un bar que hay muy cerca de mi cas y que tiene casi de todo que es algo que siempre me extrañó y un día le pregunté al dueño como era que tenía casi de todo en la carta y me dijo que era porque tenía un proveedor de platos preparados congelados para hosteleria y me sorprendió un poco ya que no esperaba que la comida que me servían en ese local era congelada porque a decir verdad la comida está muy buena. 

Por lo general no soy demasiado de ir a comer fuera pero eso es más que nada por mi economía y además suelo ser un poco especial para comer y hay muchas cosas que no me gustan y que a mis amigos sí, y como no quiero coartar a nadie prefiero aparecer después de que hayan cenado y así estamos todos contentos. Entiendo que a lo mejor a mis amigos les gustaría que yo también fuera a las cenas pero entienden que no me gustan muchas cosas y no las voy a comer obligado por mucho que me insistan. Cuando se organiza alguna cena si es en un restaurante asturiano que tenemos cerca del bar al que vamos a beber las primeras copas de la noche siempre voy porque en ese sitio está casi todo bueno y siempre solemos comer chuletones y cachopos que están muy buenos y siempre nos cobra más o menos lo mismo. Antes hacíamos muchas cenas en un solar que tenemos en frente al bar y en el que le padre de mi amigo se hizo una churrasquera de piedra en la que nos hacemos unos churrascos de fábula, pero desde que el padre de mi amigo estuvo enfermo hace unos meses ya casi no se usa. Por fortuna dentro de un mes empieza la temporada de cumpleaños, ya que muchos de mi pandilla cumplimos años entre marzo y abril y es allí donde siempre los solemos celebrar y lo pasamos mejor que en cualquier sitio.