Era un día soleado en Córdoba, España. La ciudad acababa de aprobar una nueva normativa sobre Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Sólo los ciclomotores, bicicletas y scooters, así como los vehículos con etiquetas CERO y ECO podían circular sin ningún tipo de limitación por las LEZ. Los vehículos con etiquetas B, C y A sólo podrían circular por las zonas de bajas emisiones si aparcaban en un parking Cordoba centro.
Juan no podía creer su suerte cuando se enteró de esta nueva normativa; era propietario de un coche con etiqueta B pero le resultaba imprescindible utilizarlo durante las horas de trabajo ya que lo necesitaba para transportar suministros de un lugar a otro. Alegremente acudió a la oficina del Ayuntamiento y solicitó una autorización para poder circular legalmente con su vehículo por las ZBE en todo momento.
Los funcionarios del Ayuntamiento concedieron la solicitud de Juan tras evaluar todos sus documentos que demostraban que necesitaba su coche para trabajar todos los días. También le informaron de ciertas normas, como conducir dentro de los límites de velocidad o respetar los derechos de los demás conductores mientras estuvieran dentro de las ZBE; de lo contrario, el permiso de Juan sería revocado inmediatamente si estas normas se incumplían, aunque fuera una sola vez.
Juan les dio las gracias por su ayuda antes de salir de su oficina con una sonrisa en la cara sabiendo que ahora podía aprovechar la nueva normativa sin miedo a que le multaran o a que las fuerzas del orden que patrullaban por la ciudad le confiscaran el coche. A partir de entonces, Juan nunca dudó a la hora de dar largos paseos por la ciudad, ¡ya que ahora no había restricciones en cuanto a los tipos de coches que podían entrar en esas zonas!