¿Son seguros los coches de segunda mano?

Cuando te planteas la compra de un vehículo es normal barajar la alternativa de los coches de segunda mano. Pero algunas personas tienen reticencias que tienen que ver con la seguridad del vehículo. Todos hemos escuchado historias de accidentes en los que los autos involucrados quedaban seriamente dañados pero luego se veían de nuevo en las calles. Coches cuyos chasis estarían “torcidos” y que tendrían problemas de estabilidad toda su vida.

Lo primero que tenemos que pensar es que un coche que haya tenido un accidente muy grave requerirá de una reparación cara, aunque sea para dejarlo tan solo aparente. Y no va a merecer la pena arreglarlo. No obstante, esto no quiere decir que no haya en el mercado vehículos con daños que pueden afectar a la seguridad.

Para esto, lo que tenemos que hacer es pedir que un mecánico de confianza revise el coche buscando esos posibles daños siempre y cuando se esté comprando el coche a un particular. De este modo, tendremos las garantías de que todo estará como es debido y que compramos un vehículo válido para circular.

Otra de las maneras de asegurarse de comprar un buen vehículo es recurriendo a una tienda de compra/venta o a un concesionario. En estos establecimientos las garantías son mucho mayores ya que tendrán que cumplir unas exigencias legales mucho más estrictas. Si lo que nos venden tiene daños graves o que afecten a su seguridad, tendrán que responder por ello.

Por tanto, son los primeros interesados en que esto no suceda y en que estés contento con lo que compras. Primero, porque no tendrán reclamaciones que van a tener que asumir y segundo porque lo más importante para estos establecimientos es la fama que tienen de cara al cliente. Un cliente satisfecho hablará bien del lugar en el que ha hecho su compra mientras que uno que no está contento se convertirá en la peor publicidad.

Evidentemente, cuando se compra algo de segunda mano nunca hay garantías absolutas en todo porque no podemos saber cómo han tratado al coche los anteriores dueños y, ni siquiera revisándolo, podremos saber si alguien ha realizado manipulaciones, por ejemplo en el cuentakilómetros, para hacer parecer que el motor tiene menos carretera a sus espaldas de la que realmente tiene.

Pero tampoco hay garantías absolutas con un vehículo  nuevo y eso lo saben bien muchas personas que tras haber adquirido su auto han visto como los problemas se suceden uno tras otro.