Las comisiones bancarias: aprende cómo evitarlas

Una de las quejas más frecuentes de los consumidores hacia los bancos es la relacionada con las comisiones: comisiones de mantenimiento que se pagan todos los meses por el simple hecho de realizar movimientos en la cuenta para pagar facturas, comisiones por las tarjetas que te envían para operar en los cajeros, comisiones por enviar una transferencia para pagar un recibo como el de la comunidad de vecinos y así un largo etcétera.

Al cabo del año, son muchos los euros que el banco se embolsa prácticamente por nada. En lugar de darnos dinero por confiarles nuestros ahorros, acabamos pagándoles por el privilegio de tener allí depositado nuestro capital.

Para colmo, todos necesitamos una cuenta bancaria ya que hoy por hoy es imposible vivir sin ella. Para los que tienen una nómina es un poco más fácil pagar menos, ya que algunas cuentas tienen condiciones especiales y permiten no pagar algunas de las comisiones mencionadas, pero para los que no la tienen no suele haber consideraciones en la banca tradicional.

No obstante, queda un camino para evitar pagar por todo y son las cuentas sin comisiones sin nomina que se ofrecen en la banca online. Un tipo de banca que es ya muy frecuente entre la gente joven, aunque resulta todavía una gran desconocida para las personas a partir de cierta edad.

Los bancos online son bancos igual que los físicos, de hecho, la mayoría pertenecen a bancos tradicionales que crean también bancos online para conseguir a ese público que se les estaba escapando de las manos. Al no tener oficinas, el personal que necesitan para gestionar todo es mucho menor y se ahorran además los alquileres de cientos de locales en toda España. Por eso pueden permitirse el lujo de no cobrar comisiones a sus clientes.

Todos los movimientos en las cuentas se hacen a través del ordenador y cuando se necesita retirar dinero en efectivo o realizar ingresos se hace usando cajeros con los que hay acuerdos para no tener que pagar por quitar o por ingresar a través de ellos. Si se necesita hablar con algún agente bancario se hace por teléfono, incluso si se necesita un consultor para inversiones.

Incluso hay aplicaciones para móvil y Tablet muy intuitivas que permiten que todo el mundo pueda manejarse fácilmente con los bancos. Las oficinas están condenadas a desaparecer en su gran mayoría por lo que debemos de acostumbrarnos a los nuevos sistemas.