Me gusta cocinar pero no me gusta perder tiempo

Lo queremos todo y lo queremos ahora, no mañana ni dentro de media hora. Varias de las campañas publicitarias de los últimos tiempos juegan con este aspecto: la ansiedad por conseguir cuanto antes todo lo que queremos. Por suerte, en la cocina parece que las prisas están siendo sustituidas por una paciencia para conseguir los mejores resultados, un ‘a fuego lento’ que siempre es beneficioso si buscamos el mejor plato para nuestros seres queridos.

En mi caso (para mi desgracia) yo también tengo prisa en la cocina. A pesar de los muchos esfuerzos que hacen en esos concursos de televisión porque dediquemos a la cocina el tiempo que se merece, yo tengo otras prioridades. Tal vez en un futuro me ponga el gorro de chef y dedique 4 horas a hacer un soufflé, pero en esta etapa de mi vida ando un poco justo.

Así es como la olla programable llegó a mi vida. No me disgusta cocinar, que quede claro, incluso existen determinados platos que me salen bastante bien, como la fabada. Precisamente esta olla que compré hace un par de años ha sido el instrumento perfecto para que mis cocidos sigan manteniendo el mejor sabor, pero se hagan en el menor tiempo posible.

Recuerdo que mi madre, en su época, se levantaba temprano para empezar a preparar los cocidos (ya se sabe como son las madres con los cocidos). Ahora hasta ella misma ha empezado a usar ollas programables que te permiten organizar mejor el tiempo. Y no echa de menos su antigua pota, como se llama en mi tierra.

Si mi propia madre ha bendecido esta ‘comida rápida’ (que no tiene nada que ver con la ‘otra’ comida rápida), ¿cómo no voy a yo a aplicarla?

Tratar de ser rápidos en la cocina (por necesidad) no supone necesariamente tener que comer mal ni comer solo platos precocinados o comida procesada. Se trata de ser lo más eficaces posibles y ayudarnos de la tecnología (como mi bendita olla programable) para que nuestros platos se hagan más rápidos manteniendo todo el sabor. Y cuando tengamos más tiempo, nos ponemos con el soufflé.