Me encanta ir a la playa y por desgracia esa temporada del año ya ha pasado. Lo mejor que tiene la playa es que tiene la particularidad de que hace que te olvides de las cosas que te preocupan, como tu cuenta evo sin nomina o encontrar dinero para pagar el seguro de tu coche. En la playa basta con relajarse y punto, no hace falta más. Una vez que estiras la toalla, clavas la sombrilla si la necesitases y te das un baño te das cuenta de la suerte que tenemos de vivir en un lugar en el que no tenemos que desplazarnos para poder disfrutar de la playa. Cada vez que pienso esto me acuerdo de toda la gente que no tiene la fortuna de vivir cerca de un lugar que tenga playa y si os digo la verdad es que no me preocupa lo más mínimo. Además, la playa no es un lugar al que se va únicamente en verano, mucha gente disfruta de la playa durante todo el año. Ya bien sea para pasear a sus respectivos perros o para simplemente pasear o disfrutar de una tarde soleada.
A mí, por mi parte me gusta ir en invierno por las noches a pasear, ya que a esas horas es muy raro encontrarte con alguien, y eso es algo que me encanta poder disfrutar de la playa completamente desierta. A lo mejor hay gente que cree que estoy mal de la cabeza pero es porque no han experimentado pasear por la playa a solas. La única pega de ir en invierno es que hay que escoger los días para ir, tienen que ser días que no lluevan y que a poder ser haga poco viento, porque de lo contrario pasa de ser un paseo fabuloso a una pesadilla increíble.
Ojalá que dentro de poco pueda volver a disfrutar de la playa con todas las de la ley, porque este año no es que haya podido ir demasiado, pero he de reconocer que no he ido porque he preferido salir a navegar con uno de mis mejores amigos, que este año se ha comprado un pequeño barco.
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