La lucha contra el cáncer desde los colegios

Desde que estaba en la universidad siempre me gustó organizar actividades y formar parte de asociaciones estudiantiles. Durante años pertenecí a al Sindicato de Estudiantes y creo que entre todos hicimos una buena labor por aquellos años. Después con el trabajo dejé un poco aparcado el asociacionismo, hasta que me pidieron entrar en el comité de vecinos de mi barrio, algo que a lo que no me pude negar.

Se trata de un barrio con poca historia y que necesitaba (y necesita) actividades para estrechar lazos entre la comunidad. Y una de las iniciativas de las que más orgulloso me siento es de las donaciones investigacion cancer España que abrimos hace unos años. Todo partió de un miembro de la asociación que tiene un hijo con leucemia. Entre todos pensamos en una forma de ayudar, pero también de concienciar sobre esta terrible enfermedad, especialmente cuando afecta los más pequeños.

Fue así como nos pusimos en contacto con asociaciones de padres y alumnos de los colegios del barrio y creamos una serie de actos benéficos que se organizaron coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer. El éxito desbordó nuestras previsiones más optimistas. Y es que otras entidades de la ciudad se enteraron de nuestra iniciativa y quisieron unirse: lo que partió como una simple iniciativa de barrio ha terminado por convertirse en toda una referencia.

La originalidad de nuestra propuesta reside en el trabajo que hacemos con los niños en los colegios para que vayan tomando conciencia de un problema que afecta millones de personas, y también a muchos niños como ellos. Pero además es un buen escenario para implicar a los padres en las donaciones investigacion cancer España que han ido creciendo con el paso de los años.

Así que tras muchos años fuera de este mundillo de las asociaciones, me satisface mucho haber vuelto, como en mis tiempos jóvenes, a juntarme con otras personas con los mismos intereses y tratando de implicarnos en actividades de compromiso social. Porque a menudo nos quejamos de forma egoísta de que no tenemos tiempo, cuando es muy fácil sacar un par de horas todas las semanas para colaborar en causas que merecen la pena.