La ortodoncia Invisalign es un novedoso tratamiento que permite corregir las anomalías de posición y de alineación de las piezas dentales. En concreto, soluciona eficazmente problemas de oclusión, de diastemas, mandibulares, etcétera. A diferencia de los brackets tradicionales, la llamada ortodoncia invisible proporciona los mismos beneficios, con un plus de discreción y de comodidad. De ahí que el Invisaling Santiago de compostela y otros municipios sea tan demandado entre las nuevas generaciones.
Una de las características de la ortodoncia Invisalign es la apariencia de sus férulas, fabricadas en poliuretanos transparentes que resultan inapreciables a simple vista. De este modo, mientras que los brackets metálicos afectan a la sonrisa y pueden generar rechazo y disconformidad en la persona, este tipo de ortodoncia se integra con total disimulo en la dentadura, sin alterar su imagen personal.
Los alineadores invisibles también elevan el confort y el bienestar para sus portadores. Fácilmente removibles, estas férulas pueden retirarse cuando el usuario lo desee; por ejemplo, para dormir, almorzar, practicar deporte, etcétera. Con todo, la comodidad de la ortodoncia Invisalign permite llevarlas 22 horas diarias sin experimentar molestias de ningún tipo.
Mientras que otros tratamientos correctores exigen que la persona visite al dentista con regularidad, los pacientes con férulas Invisalign pueden prescindir de numerosas sesiones, limitándose a chequear la evolución de su dentadura cada seis semanas, aproximadamente. Esto supone un ahorro de tiempo y de dinero en desplazamientos en coche que, de forma indirecta, contribuye a la reducción del gasto energético.
Precisamente, la modernidad de estas férulas queda de manifiesto en la sostenibilidad de sus materiales. Como se ha mencionado, se diseñan en poliuretano, un material plástico que posibilita su reutilización al término de su ciclo vital.
Por consiguiente, los alineadores no se desperdician ni contaminan el medio ambiente, sino que se transforman en nuevos productos, una característica compartida con los brackets metálicos, que igualmente pueden refundirse en beneficio de la economía circular. Esta cualidad ayuda a entender el éxito de los tratamientos Invisalign entre los miembros de la Gen Z y otras generaciones comprometidas con la protección medioambiental.