Las celebraciones en el jardín de casa han vuelto a ponerse de moda ahora que este tipo de reuniones son mucho más limitadas en número de asistentes y queremos que sean seguras al máximo. Conseguir que este tipo de celebraciones sean perfectas no es difícil, la clave está en la simplicidad.
Lo primero es separar las zonas de adultos de las de los niños. Esto será mucho más cómodo para todos, sobre todo si la celebración es infantil y van a asistir muchos pequeños. Las mesas de los niños pueden ser la frontera perfecta entre la zona de adultos y el área de juegos. Una excelente idea es contratar un servicio de animación infantil para que estén más entretenidos y permitan que los adultos puedan estar a su aire.
Las celebraciones en el jardín, tanto para niños como para adultos, deben de basarse en el picoteo para que nadie tenga que estar pendiente de servir los platos o de calentarlos. En el caso de los niños hay que optar por platos sencillos, como sandwiches, croquetas, tiras de pollo o patatillas. Refrescos y zumos serían el complemento perfecto. A mayores, se puede instalar una mesa dulce con chuches.
Para los adultos, la oferta puede ser un poco más refinada, con tablas de ibéricos y de quesos. Este tipo de productos se pueden comprar en Internet para conseguir el mejor precio y la mayor variedad. En una Tienda de quesos franceses, italianos y suizos se pueden conseguir diferentes variedades de quesos de gran calidad que gustarán a los paladares más exigentes.
A mayores de los quesos y los ibéricos se pueden servir otros picoteos fríos, como patés, ensaladillas o mariscos servidos en tartaletas. Esto permite comer de lo que se desee sin servicio y, además, también facilita el que el picoteo sea de pie o sentados en función del espacio y del número de invitados. Además del clásico vino se puede ofrecer también otro tipo de bebidas refrescantes como los tintos de verano o las sangrías, que pegan muy bien con las celebraciones en el jardín.
Los dulces pueden servirse en una mesa aparte o pueden intercalarse con el salado para que cada cual decida cómo quiere combinar los sabores. Los pasteles de pequeño tamaño son una de las mejores opciones para este tipo de ágapes, aunque también tienen mucho éxito las tartas de queso frías servidas en pequeñas raciones individuales.