Cordero todo el año, sin subidas de precio

El cordero es un tipo de carne muy apreciada en muchas zonas de España. Es un plato típico cuando hay comidas especiales, como las de Navidad o celebraciones de cualquier tipo, por eso es habitual que suba de precio cuando se acercan fechas señaladas en las que saben que las ventas van a aumentar. Pero para evitar estas oscilaciones de precio, el cordero congelado se ha convertido en la mejor de las opciones.

Comprar el cordero congelado es mejor opción que congelarlo uno mismo ya que los procesos de congelación de la carne en empresas especializadas son muy diferentes a los que se realizan en el hogar. La carne se congela de una manera muy rápida y eficaz, sin que haya contaminaciones de ningún tipo y gracias a la rapidez, la calidad de la carne no se ve afectada. Si se descongela correctamente, se disfrutará de la pieza con el mismo sabor y textura que si se hubiera adquirido fresca y, además, el tiempo de duración cuando se compra congelado de este modo es mayor que el que dura la carne que nosotros mismos metemos en nuestro congelador casero.

Al comprar el cordero congelado podemos comprar las partes que queramos, igual que cuando lo adquirimos fresco, no es necesario comprar piezas de gran tamaño ya que se ofrece de maneras muy diversas, con cualquier corte y en paquetes con pesos muy distintos. Esto facilita que cada familia compre en función de lo que necesita sin tener que adquirir paquetes demasiado grandes o partes del animal que no se quieren.

En restaurantes es frecuente comprar lotes de mayor tamaño para conseguir precios todavía más ajustados. Aquellos que acostumbran a poner en su carta cordero, pueden comprar piezas grandes que más tarde trocean a su gusto porque saben que les van a dar salida, sobre todo en grandes comidas.

Cada vez es más frecuente que en restauración se recurra a la carne congelada, ya que de esta forma es más fácil dar salida a reservas de última hora o no perder dinero si se anulan grandes reservas debido, por ejemplo, a cambios en la situación sanitaria. Al tener el producto congelado, sirve para cualquier otra ocasión y no se encuentran con género que no van a poder vender o que se verán obligados a congelar ellos mismos en sus arcones y usar a corto plazo.