La densidad capilar 

El pelo siempre cae, el problema es cuando se va perdiendo densidad y finalmente los folículos pilosos, finalmente, desaparecen. Es un proceso a menudo lento que provoca falta de reacción en muchas personas. Hasta que un buen día nos paramos a revisar de cerca nuestro cuero cabelludo y comprobamos con angustia que nos estamos “quedando calvos”. Pero, como digo, por lo general, es un proceso gradual, no surge de repente.

Y esto es bueno, porque nos da tiempo a revertirlo, siempre que demos con la tecla. Y para hacerlo no queda más alternativa que apostar por profesionales, como hice yo acudiendo a un dermatologo especialista tratamientos alopecia en Vigo. Estamos en un momento en el que cada vez surgen más alternativas para el tratamiento de la caída del pelo, con soluciones esperanzadoras a nivel de injertos. Desgraciadamente, aún no ha llegado el momento en el que la ciencia sea capaz de recuperar completamente el pelo perdido, pero hay que ser realista: si afrontamos el problema a tiempo, podemos ganar densidad capilar.

Para ello, nos debemos poner en manos de un profesional, por una sencilla razón: solo un diagnóstico adecuado con un estudio tricoscópico puede facilitar un tratamiento efectivo. Parece de sentido común, pero no siempre actuamos así cuando se trata de la salud de nuestra piel o de nuestro pelo. Si nos duele la rodilla, primero debemos saber cuál es el problema, antes de dar con la solución. Con el pelo es igual, ya que la pérdida de densidad capilar también se puede deber a diversos factores. 

En este sentido, hay que contar con las influencias genéticas y hormonales que han podido desencadenar el proceso alopécico. Todo ello se estudia a la hora de hacer el diagnóstico tricoscópico. Y después es el momento de implementar el tratamiento adecuado. Y aquí es donde los dermatólogos profesionales marcan distancia con las recetas milagro tal y como me sucedió a mí con el dermatólogo especialista tratamientos alopecia en Vigo. Dependiendo del estado de nuestro cabello, se puede proteger la salud de los folículos pilosos poniendo freno a la pérdida de densidad capilar. Es cuestión de no dejarlo para demasiado tarde.