Tu habitación, siempre con la luz justa

Hay personas que solo utilizan el dormitorio para dormir, pero para otros su habitación es su lugar favorito para estar. Allí estudian, leen, escuchan música o ven la televisión. Incluso es donde reciben a los amigos y tienen todas las charlas interesantes que hay que tener por teléfono o por mensaje instantáneo.

Cuanto más vives en tu habitación más te das cuenta de que no necesitas la misma cantidad de luz durante todo el día. Si estás estudiando, necesitas que entre mucha claridad en la habitación para tener todo claro y poder leer con facilidad. Si estás escuchando música, quizás quieras tener media luz para poder concentrarte en lo que estás escuchando y, para dormir, querrás oscuridad total.

Las cortinas dia y noche te ofrecen todo eso. Puedes regular la cantidad de luz que entrará en la habitación moviendo sus franjas combinadas. Estas cortinas tienen franjas opacas y otras transparentes que dejan pasar la luz. Se pueden mover de modo que entre un tope de luz o que toda la cortina quede opaca según el gusto de la persona.

Estas cortinas se hacen en todos los colores y medidas, por lo que es muy fácil combinarla con cualquier habitación. Encajan muy bien en todos los estilos, por ejemplo, en la típica habitación de un adolescente, que sería más o menos la que hemos descrito al principio de este artículo.

Pero también encaja muy bien en habitaciones de adultos, tanto clásicas como modernas. Si eres de los que te levantas por la mañana y te gusta tomarte un poco de tiempo disfrutando de un café en la cama el fin de semana, seguro que te encanta ver como comienza a entrar la luz por las rendijas de la cortina, haciéndote pensar en todo lo que vas a hacer en tu día libre. Incluso puedes permitirte el placer de acostarte tarde y dejar que entre algo de luz por la mañana para ir despertando con los rayos de sol.

Estas cortinas son perfectas para tener siempre un alto grado de intimidad, ya que no dejan ver desde el exterior lo que ocurre en la habitación. Y también protegen a los muebles y al suelo de la acción directa del sol, ya que dejan que pase la luz, pero no dejan que pase todo el calor directo del sol cuando este incide con fuerza en la ventana.